lunes, 13 de junio de 2016

Dios es amor.

Dios es Amor, odia el pecado pero ama al pecador. Los cristianos también estamos obligados a hacer esta distinción. Cuando hay graves pecados sociales e ideologías nocivas estamos obligados a denunciarlos, pero sin odio a las personas.

Así como Dios tiene paciencia con nosotros, también debemos tenerla entre nosotros. Una persona que dice ser  cristiana y  odia a otras personas, las insulta o les hace daño voluntariamente, no ha aprendido a ser cristiano. Jesús y los apóstoles hablaron numerosas veces en el Evangelio y las cartas apostólicas.

"Si alguno dijere: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, miente. Pues el que no ama a su hermano a quien ve, no es posible que ame a Dios a quien no ve. Y nosotros tenemos de El este precepto: que quien ama a Dios, ame también a su hermano". I Juan 4, 20-21.

IFC.